La infografía, da cuenta de la historia del graffiti, que se da a  finales de los sesenta en la ciudad de Nueva York, en donde se empezaron a escribir en las paredes del metro y de muros de barrios; creando así una identidad propia en la calle. El graffiti comienza a incorporar en esa misma década imágenes de la iconografía popular tales como personajes de cómic o dibujos animados, e incluso retratos y autorretratos en forma de caricatura y surge en término piezas maestras, que además de hacer distinguir a los grandes maestros de los principiantes, amplían de manera considerable el tamaño de las obras. En Colombia desde hace poco tiempo se comenzó a considerar el graffiti como una disciplina artística, gracias a representaciones de muchos artistas de nivel nacional e internacional que exponen en sus obras memoria histórica y cultural del país, a pesar de estos siguen existiendo pensamientos entre la sociedad al ver este arte como vandálico. Para los artistas el graffiti es un campo artístico en el que es difícil abrirse lugar pero también es una nueva manera de comunicar, de expresar y de manifestarse.